Los vehículos se han convertido en casas en el Km. 231 de la Panamericana Sur.
Texto: Alejandro Arteaga
Fotos: Alberto Valderrama
Centenas de personas continúan viajando desde Lima y otras partes del Perú hasta Pisco a fin de comprar oxígeno medicinal para sus familiares que necesitan con urgencia este escaso pero vital insumo para atender los casos graves de COVID-19.
Pese al anuncio del gobierno acerca de la llegada de este recurso desde Chile los familiares de los pacientes de covid-19 no pueden esperar. “Pisco es nuestra última esperanza, no te imaginas lo que es buscar y no encontrar algo que sirve para salvar la vida de tu padre o tu hermano, es muy triste”, dice entre lágrimas Juan Buisa, quien llegó en su camioneta desde Lima.
Autos, camionetas y mototaxis con los familiares se estacionan a la altura del kilómetro 231 de la Panamericana Sur, y juntos hacen una larga fila de casi 500 metros.
Pero así como hay personas que llegan desde Lima, Cañete o Chincha también hay quienes provienen de la sierra central del país, como Huancavelica y Ayacucho.
Para distribuir de la forma más equitativa posible este tan buscado elemento, la empresa Ovasur recarga como máximo dos cilindros por persona a un precio de S/ 25 el metro cúbico, pero no se sabe si alcanzará para todos los que esperan.
“Agradecemos al dueño de esta fábrica, yo he venido dos veces y mi hermano otras dos para salvar a mi padre, es mejor que las familias se organicen y se preocupen por los suyos porque el gobierno no lo hará”, sentencia Juan Machaca.