Una cárcel de Ciudad Juárez (México) fue atacada por un comando delincuencial y el enfrentamiento con la policía dejó al menos 14 muertos, incluidos 10 guardias, así 24 reclusos fugados en la madrugada de Año Nuevo, informó la Fiscalía del Estado de Chihuahua, fronterizo con Estados Unidos.
Se “ha documentado el deceso de 14 personas, entre ellas 10 oficiales de seguridad y custodia penitenciaria y cuatro personas privadas de la libertad. Además, 13 lesionadas y al menos 24 evadidos”, informó el Ministerio Público en un comunicado.
El ataque empezó al amanecer, cuando hombres armados llegaron al presidio a bordo de vehículos blindados y abrieron fuego contra los guardias cuando algunos familiares esperaban para entrar al recinto para la visita de Año Nuevo.
El asalto habría tenido como fin facilitar la fuga de un grupo de presos, pero policía estatal —con la ayuda de militares— reaccionó inmediatamente, desatándose un infernal tiroteo.
Los medios mexicanos informaron que, al interior del penal, algunos reos se habrían amotinado y prendieron fuego con la finalidad de debilitar al equipo policial de resistencia, que contenía el ataque desde los exteriores.
Según los testigos, al exterior de la prisión la balacera provocó escenas de pánico entre los pobladores, mientras que la alcaidía pedía no acercarse a la zona.
En el penal de esta localidad fronteriza, dominada por el tráfico de droga hacia Estados Unidos, están recluidos miembros de los brazos armados de los cárteles de Sinaloa y Juárez.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.