La Policía de España detuvo a un exsuboficial de la Policía Nacional de Perú (PNP) que era buscado como autor de 10 asesinatos cuando formaba parte de un grupo denominado “Escuadrón de la Muerte”. El sujeto supuestamente se dedicaba a ganar ascensos y condecoraciones mediante la ejecución extrajudicial de supuestos delincuentes.
Se informó que dicho exsuboficial peruano, que habría sido identificado como Luis Alberto Mío Morocho, fue detenido la semana pasada en Guadalajara, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, donde residía con su familia. Las autoridades españolas no difundieron el nombre del detenido, pero sí lo hizo la prensa de ese país.
Según el medio español “El Confidencial”, a Mío Morocho se le imputan 10 asesinatos, pero se calcula que realmente ejecutó a, por lo menos, 30 personas. Se conoció que cuando fue detenido por la Policía, rogó que no lo envíen a Perú porque “me liquidan”.
“El arrestado es un exsuboficial de la Policía Nacional de Perú reclamado internacionalmente por la comisión de 10 asesinatos cuando formaba parte de un grupo ilegal denominado ‘Escuadrón de la muerte’”, informó la Policía en un comunicado.
Se supo que la investigación comenzó hace unos días, tras una petición de colaboración por parte de las autoridades judiciales y policiales de Perú, a través de Interpol, para buscar el paradero del prófugo.
La Policía española descubrió que el prófugo residía con su familia en Guadalajara, una localidad a unos 40 kilómetros de Madrid, donde la semana pasada fue detenido en los alrededores de su domicilio y puesto a disposición de la Audiencia Nacional, organismo que en España tiene las competencias sobre las extradiciones y euroórdenes (detenciones y entregas dentro de la Unión Europea).
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.