El gobierno de Emmanuel Macron está desesperado ante la ola de protestas violentas en París y otras ciudades del Francia. Es tal el desconcierto, que se está abogando por “suspender” algunas de las funciones de las redes sociales.
Durante una reunión con alcaldes de decenas de localidades golpeadas por los disturbios de la última semana, Macron se refirió a la posibilidad de “regular o cortar” las redes sociales en los casos más extremos.
“Hay que reflexionar sobre el uso de estas redes entre los más jóvenes, en las familias, en la escuela, sobre las prohibiciones que debemos adoptar”, manifestó el presidente. “Cuando las cosas se nos van de las manos durante un tiempo, nos decimos: A lo mejor nos estamos poniendo en una situación de regularlas o cortarlas (…) Es importante no hacerlo de improviso.
Sin embargo, los políticos no han tomado a bien la idea de Macron. «¿Cortar el acceso a las redes sociales? ¿Cómo China, Irán, Corea del Norte?», expresó el diputado derechista Olivier Marleix. Los cuestionamientos también llegaron del lado izquierdista, pues la congresista Mathilde Panot expresó irónicamente: “OK Kim Jong Un”.
Según la asociación empresarial francesa MEDEF, las manifestaciones ya causaron daños por más de 1.100 millones de dólares. Por su parte, las autoridades contabilizaron cerca de 400 sucursales bancarias y 500 tiendas de barrio atacadas por manifestantes.
Las protestas han bajado en los últimos días, pero persiste el temor de que en cualquier momento se reanuden.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.