El presidente Gustavo Petro denunció que hay una presunta conspiración que busca provocar un golpe de Estado en Colombia.
“¿Por qué conspiran para un golpe de Estado? ¿Por qué les aterroriza que acabemos la impunidad? La verdad los acobarda tanto que van al desespero”, manifestó.
“Ocultan judicialmente lo que ya la sociedad sabe: la corrupción enorme en el estado y el genocidio, la violencia y el terror desatados sobre el pueblo, son dos caras de la misma moneda”, agregó Petro a través de sus redes sociales.
Señaló que el destino de Colombia no es un golpe de Estado. “¡Que se queden con sus nostalgias del pasado! ¡Que se queden allá, pensando que la seguridad consiste en que un mafioso se abrace con un senador mientras hace la lista de los que van a asesinar en la noche!”, acotó.
El mandatario reaccionó de este modo luego de que el exdirector de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Armadas (Acore), John Marulanda, declaró que, como en Perú, los militares en reserva harán lo mejor por defenestrar a un tipo que fue guerrillero, en alusión al mandatario colombiano.
En declaraciones a la emisora WRadio, Marulanda había advertido que Colombia seguirá los pasos de Perú. “Creo que en Perú las reservas fueron exitosas en el sentido de que allá lograron defenestrar a un presidente corrupto, aquí vamos a tratar de hacer lo mejor por defenestrar a un tipo que fue guerrillero (…)”, afirmó el coronel en retiro. Tras estas declaraciones, la Fiscalía colombiana abrió una investigación contra Marulanda.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.