En tres meses inicia el juicio oral a Susana Villarán, ex alcaldesa de Lima. El Ministerio Público la acusa de asociación ilícita para delinquir, lavado de activos y cohecho. Si el juez le da la razón a la Fiscalía, Villarán podría regresar nuevamente a la cárcel: la pena sería de 29 años. Sin embargo, nada está dicho.

Hace unos años, Villarán admitió haber recibido aportes de las empresas brasileñas Odebrecht y OAS para el financiamiento de la campaña de la revocatoria. No obstante, siempre se ha mantenido firme en su declaración de no haber recibido ningún sol en las manos, sino que el dinero fue directo a la publicidad de aquel momento.

Para la Fiscalía ello no es así, la entidad del Estado considera que Villarán recibió financiamiento ilegal y lavó el dinero brasileño. El martes 23 de setiembre se empezará a escuchar la verdad de parte de la ex alcaldesa, así como las pruebas del Ministerio Público.

Han transcurrido más de diez años desde que Villarán dejó la alcaldía, luego de una fallida campaña por la reelección. Sin embargo, queda claro para el Ministerio Público también que Villarán usó el dinero mal habido para esa segunda jornada electoral. Y así como Villarán, hoy existen otros casos que siguen sin llegar al juicio oral como el caso PPK. ¿Por qué tarda tanto la Fiscalía? ¿O carecen de las pruebas necesarias o es una dinámica propia el dilatar el tiempo de las investigaciones?

El nuevo aeropuerto Jorge Chávez entró en funcionamiento hace unas semanas y como todo proyecto que recién se acopla al día a día, ha mostrado aciertos y errores. Sin embargo, algo que ha llamado mucho la atención ha sido la nula proyección que Lima Airport Partners ha tenido sobre los peatones.

En una reciente entrevista, Verónica Zambrano, presidenta de Ositrán, admitió que es pase peatonal al nuevo aeropuerto recién estará listo el 2028. Ositrán es el organismo supervisor de la inversión en infraestructura de transporte de uso público, el cual debió actuar antes de esta inauguración que muchos han calificado como improvisada. Para Zambrano, hoy la opción de llegar en transporte público funciona bien y es el bus Aerodirecto, que es administrado por la Autoridad de Transporte Urbano. No obstante, hay varias fallas en este sistema hasta el momento.

Son sendos los medios de comunicación que ya han hecho público que el Aerodirecto no cumple sus horarios establecidos, tampoco es una línea directa, sino que permite subir y bajar a cualquier pasajero antes de llegar al mismo aeropuerto. Además, tampoco funciona las veinticuatro horas. Aquí corresponde preguntarnos qué sucedió cuando realizaban la planificación de esta nueva infraestructura. ¿Acaso pensaron que todos los pasajeros iban a llegar en auto privado? No existe ni siquiera una línea de transporte público que pueda dejar a un pasajero a pocos metros del aeropuerto, sino que ahora todo está supeditado al Aerodirecto. Habrá que esperar para ver si este servicio al aeropuerto mejora con las críticas que son parte de la realidad de los limeños y chalacos.