Luiz Inácio Lula da Silva, virtual presidente electo de Brasil, sigue celebrando su triunfo del domingo sobre Jair Bolsonaro.
“Me considero un ciudadano que ha vivido un proceso de resurrección. Me intentaron enterrar vivo y aquí estoy”, expresó el líder del Partido de los Trabajadores.
“Enfrentamos la máquina del Estado, colocada al servicio del candidato para evitar que ganásemos”, expresó Lula al referirse a los más de 50 operativos militares realizados en las carreteras el día de las elecciones, con el aparente propósito de impedir que sus simpatizantes voten por él en las urnas.
“El pueblo brasileño quiere vivir bien, comer bien. Quiere un buen empleo, un salario ajustado por encima de la inflación, quiere salud y educación pública de calidad (…) El mundo siente nostalgia de Brasil, ese país soberano que hablaba de igual a igual con los países más ricos y poderosos, que trabajó por la integración de América Latina (…) y ayudó a crear el G20”, manifestó.
De otro lado, las autoridades de las instituciones de la Unión Europea (UE) felicitaron a Lula por su victoria y coincidieron en expresar la esperanza de reforzar los vínculos bilaterales. Entre ellas figuran el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; la titular de la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la UE), Ursula von der Leyen, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
En la segunda vuelta, Lula logró el 50.90% de los votos válidos, mientras que Jair Bolsonaro el 49.10%, de acuerdo con el Tribunal Superior Electoral (TSE).
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.