En su discurso con motivo de la Navidad, el presidente palestino, Mahmud Abás, pidió el fin del “río de sangre” y de los “inmensos sacrificios” del pueblo palestino. Señaló que la agresión de las fuerzas de ocupación israelíes ha afectado la existencia cristiana, a todo su pueblo y a los santos musulmanes y cristianos en Jerusalén y Cisjordania.

“Los brutales ataques de la ocupación israelí se extendieron al Hospital Bautista Al-Ahli, el Centro Cultural Ortodoxo, la Iglesia Griego-Ortodoxa y la Iglesia de la Sagrada Familia, así como a mezquitas, escuelas y hospitales en Gaza, sin hacer distinción entre musulmanes y cristianos”, señaló.

Abás expresó que “el sol de la libertad y el Estado independiente con Jerusalén como capital está inevitablemente surgiendo, casi a nuestro alcance. El río de sangre, los inmensos sacrificios, las penurias y la heroica resiliencia de nuestro pueblo en su tierra son el camino hacia la libertad y la dignidad”.

“Espero que esta Navidad marque el cese de la guerra israelí contra el pueblo palestino en Gaza y el resto de los territorios palestinos ocupados. Belén (la ciudad donde nació Jesucristo) está experimentando una tristeza que nunca había visto. Las fuerzas de ocupación están masacrando a niños palestinos y robando sus sonrisas inocentes”, añadió.

Finalmente, hizo un llamando de atención sobre la resistencia: “El pueblo palestino está decidido a continuar su lucha para lograr sus derechos legítimos, el principal de los cuales es el derecho a un Estado independiente y plenamente soberano, donde puedan vivir con dignidad en su patria”.