Tras conocerse el posible ingreso de Suecia y Finlandia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en junio próximo, Rusia advirtió que esto representa un peligro para la seguridad de Europa.
El vocero del Kremlin, Dmitriv Peskov, calificó a la OTAN como una entidad dedicada a la “confrontación” y precisó que “no es una alianza que garantice la paz y la estabilidad, y su mayor ampliación, por supuesto no traerá seguridad al continente europeo”.
Esto reafirma el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, que previamente advirtió a ambas naciones nórdicas sobre las “consecuencias militares y políticas perjudiciales” que acarrearía su unión a la OTAN.
El ministro finlandés de Exteriores, Pekka Haavisto, confirmó que existe una coordinación entre su país y Suecia para este objetivo y que ambas naciones iniciarán debates parlamentarios esta semana para estudiar y pedir su ingreso en la OTAN. Sin embargo, detalló que la decisión final de Estocolmo no influirá en el proceso de Finlandia.
La agresión rusa contra Ucrania ha hecho más acuciante para Finlandia este escenario, pues el país, que comparte 1.300 kilómetros de frontera con Rusia, teme una futura escalada similar como la que ocurre actualmente en el territorio ucraniano.
En cuanto a la disposición de la alianza para recibir a estas naciones, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró que Suecia y Finlandia podrían unirse a la organización si así lo desean.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.