Rusia bombardeó por tercer día consecutivo edificios e infraestructura portuaria de la ciudad de Odesa, a la vez que intenta imponer un bloqueo naval para que Ucrania no pueda seguir exportando grano, al considerar objetivos militares a todos los barcos que se dirijan a puertos ucranianos del mar Negro.
Las fuerzas rusas lanzaron 38 misiles de crucero y drones “suicidas” contra las regiones de Odesa y Mikoláyiv. Ucrania sólo logró destruir 18 de los artefactos explosivos, ya que los cohetes supersónicos antibuque Onyx todavía consiguen burlar las defensas antiaéreas. En el bombardeo fallecieron al menos dos civiles en ambas provincias y otros 27 resultaron heridos.
En la ciudad de Odesa, Rusia atacó de nuevo “de forma deliberada” la infraestructura portuaria, además de edificios administrativos y residenciales, así como el Consulado General de China, dijo el jefe de la Administración Militar de la región sureña, Oleg Kiper.
“Lamentablemente, no es posible interceptar todos los misiles, en particular los misiles supersónicos Kh-22 y Onyx, que son muy difíciles de destruir”, precisó en Telegram Oleg Kiper.
“Los terroristas rusos continúan sus intentos de destruir la vida de nuestro país. Pero el Estado malvado no tiene misiles más poderosos que nuestra voluntad de salvar vidas, apoyarnos mutuamente y vencer”, dijo el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
La Unión Europea estudia crear un fondo de 20,000 millones de euros en cuatro años para seguir apoyando al ejército ucraniano en su lucha contra la invasión rusa.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.