El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó que su país está dispuesto a negociar un arreglo en Ucrania si se respetan sus “demandas absolutamente legales”, para ponerle fin a la guerra.
“Si ahora hay una propuesta seria sobre cómo detener este conflicto mientras se cumplen nuestras demandas absolutamente legales, por supuesto, estaremos dispuestos a dialogar”, afirmó Lavrov durante un foro internacional celebrado en la capital rusa. El canciller ruso no explicó si por “demandas absolutamente legales” se refería también a la anexión de cuatro regiones ucranianas —Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia—, cuyos territorios no controla en su totalidad.
Serguéi Lavrov subrayó que Moscú nunca careció de “buena voluntad” y recordó que en diciembre envió a Occidente sus demandas de garantías de seguridad y en marzo celebró negociaciones con Ucrania en Estambul.
Indicó que algunos dirigentes occidentales, como el francés Emmanuel Macron, hablan cada cierto tiempo de la necesidad de negociaciones, pero siempre sin concretar. Añadió que en Occidente “siguen acariciando la esperanza de destruir a Rusia en el campo de batalla”. “Alguien nos lo dice a la cara, otros no”, remarcó.
De esta manera se refirió a los planes occidentales de crear un tribunal para investigar los supuestos crímenes de guerra cometidos por el ejército ruso en Ucrania, además de exigir a Moscú reparaciones por invadir el país vecino.
Además, acusó a Occidente de desacreditar a la Asamblea General de la ONU, que carece de prerrogativas para adoptar dichas decisiones, ya que, al contrario que el Consejo de Seguridad, es un órgano que sólo puede hacer recomendaciones.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.