La ciudad de Jersón, que quedó inundada tras la destrucción de la represa de Kajovka, fue nuevamente bombardeada por las tropas de Rusia causando muerte y destrucción. El ataque dejó más de 10 heridos y un fallecido.
El gobernador regional, Oleksander Prokudin, indicó que entre los heridos se encontraban “dos rescatistas, un policía, un enfermero y un voluntario alemán”. Horas antes, la fiscalía regional había indicado en un comunicado que un civil había muerto y otras dos personas estaban heridas.
Kiev culpó al ejército ruso de bombardear Jersón, en momentos en que se están llevando a cabo las evacuaciones de miles de civiles de las zonas inundadas, tras la destrucción de la represa Kajovka en el río Dniéper. Jersón también está a orillas del mar Negro. La inundación también afectó territorio ruso.
En medio de este escenario, Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de los bombardeos. El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que ya ha comenzado la contraofensiva de Ucrania. “Las tropas ucranianas no lograron su objetivo en ninguno de los campos de batalla”, agregó. “Los combates continúan ya por quinto día consecutivo. Por ejemplo, ayer y anteayer los combates fueron muy intensos”, agregó.
Vladímir Zelenski, presidente de Ucrania, le respondió a Putin: “La evacuación continúa. ¡Bajo el fuego! La artillería rusa continúa disparando, sin que importe nada. ¡Salvajes!”, manifestó al calificar a los rusos como “terroristas”.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.