Violentas tormentas eléctricas y un tornado arrasaron Mississippi, al sur de Estados Unidos, y dejaron más de 30 muertos, así como docenas de edificios destruidos entre la noche del viernes y la madrugada del sábado.
El condado más afectado es Sharkey, donde 13 personas murieron, seguido de los condados de Carroll y Humphreys, con tres muertos en cada uno. Otras dos personas han fallecido en el condado de Monroe, según estimaciones de los diferentes departamentos forenses a la cadena estadounidense CNN.
Las operaciones de búsqueda y rescate se pusieron en marcha en los condados de Sharkey y Humphreys, a unos 110 kilómetros al norte de Jackson, la capital del estado, infirmó la Agencia de Gestión de Emergencias de Mississippi, según ABC.
El Servicio Meteorológico Nacional confirmó que el tornado causó daños a unos kilómetros al noreste de Jackson, Mississippi. Las localidades rurales de Silver City y Rolling Fork reportaron gran destrucción, mientras el tornado avanzaba hacia el noreste a 113 kph sin debilitarse, avanzando hacia Alabama a través de localidades como Winona y Amory durante la noche.
La forense del condado de Sharkey, Angelia Easton, dijo que 23 personas murieron a causa del tornado en Mississippi. Rolling Fork se encuentra en el condado de Sharkey.
ABC News informó ayer de otras seis muertes, incluidas tres en el condado de Carroll, dos en el condado de Monroe y una en el condado de Humphreys, citando a los forenses del condado y a un policía de la Patrulla de Carreteras de Mississippi.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.