Luego de la muerte de un estudiante de Zambia que estaba preso en Moscú, en la guerra con Ucrania, Kiev denunció que reclusos de las cárceles de Rusia son enviados a combatir a favor del Kremlin. Las autoridades ucranianas responsabilizaron directamente al jefe del grupo paramilitar Wagner, Evgueni Prigozhin, considerado cercano al presidente Vladimir Putin.
“Putin está enviando a ciudadanos africanos encarcelados en Rusia a la guerra en Ucrania”, afirmó en Twitter el portavoz diplomático ucraniano, Oleg Nikolenko. Según esta denuncia, Moscú envía al frente de combate a miles de personas reclutadas directamente de las cárceles rusas, a cambio de la promesa de un salario y la rebaja de sus condenas.
El último lunes, Zambia dio a conocer el caso de uno de sus ciudadanos, Lemekhani Nathan Nyirenda, “que murió el 22 de septiembre de 2022 en Ucrania”, cuando se suponía que cumplía prisión en una cárcel de Moscú. La diplomacia rusa informó luego en un comunicado que estaba “examinando” las “circunstancias” del fallecimiento del estudiante, de 23 años.
CUMBRE G20
De otro lado, la cumbre del G20, que se celebra en Indonesia, aumentó la presión internacional sobre Rusia, con múltiples llamados, incluso desde países cercanos a Moscú, para poner fin a la guerra en Ucrania que ha tenido devastadoras consecuencias en todo el mundo.
A pesar de la división internacional en torno a la invasión, las delegaciones, incluida Rusia, pactaron un borrador de comunicado final que subraya el “inmenso sufrimiento” causado por el conflicto y señala que “la mayoría de miembros condenaron con firmeza la guerra en Ucrania”.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.