Los bombardeos rusos no cesan y muchas ciudades están en ruinas, pero muchos ucranianos deciden regresar del extranjero con la intención de mantener unidas a sus familias y contribuir en la defensa de su país.

La prensa local de Ucrania informa que los retornantes toman esa decisión a pesar de la incesante amenaza de los misiles rusos y los cortes habituales de energía, empujados por el deseo de estar en su hogar con sus seres queridos y luchar por su patria.

Un ejemplo es el de Anastasia Kondratieva, quien vivía en Kiev y estaba embarazada de seis meses cuando Rusia invadió Ucrania el pasado 24 de febrero. Luego de dar a luz a su hija en Alemania, donde fue acogida en casa de unos familiares, resolvió volver a Ucrania, en la ciudad de Kamianets-Podilskyi (centro). “Quiero estar con mi familia en este tiempo difícil”, expresó la joven madre.

Regresó a su país tras la oleada de ataques rusos con misiles y drones contra objetivos de la infraestructura energética, el pasado mes de octubre, y el reencuentro con su esposo hizo que este pudiera ver y tener en brazos a su hija por primera vez.

Su antigua compañera de trabajo Liza Kovalenko regresó a Ucrania antes que ella, después de haber pasado siete meses en Alemania con su madre y con sus dos hijos. También en este caso, la principal motivación fue mantener unida a la familia.

“Llegó un cierto momento en el que sentí que o bien echaba raíces en Alemania o volvía a Ucrania con mi marido”, indicó Liza a EFE. Ella retornó una semana antes de que empezaran los ataques contra la infraestructura. Ella admite que tiene miedo, pero sentencia: “Juntos podemos hacer más que por separado”.