El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, señaló que la cumbre de líderes de la OTAN en Vilna, Lituania, fue un “éxito” para su país y dio la bienvenida a la declaración que firmó con el Grupo de los 7 para garantizar la seguridad en el largo plazo en su nación.
“El resultado de la cumbre de la OTAN en Vilna es un éxito que Ucrania necesitaba y que tiene un gran significado”, manifestó Zelenski, subido a un escenario junto a los líderes del G7 en los márgenes de la cumbre de la OTAN, que culminó en Vilna tras dos días de reuniones.
También usó sus redes sociales para expresar su optimismo. “La reunión duró al menos el doble de lo previsto, y fue tan significativa como era necesario. Si el protocolo no hubiera interrumpido la reunión, habríamos hablado incluso más tiempo. De todos los temas. Apoyo a largo plazo. Armas. Política. OTAN. Vemos claramente cómo poner fin a esta guerra con nuestra victoria común”, escribió en Twitter. Y concluyó: “¡Gracias, Sr. Presidente!”.
Consultado sobre los requisitos que debe cumplir Ucrania para ingresar en la OTAN, Zelensky dijo: “Entendemos que se trata de las (condiciones) de seguridad”. Y añadió: “Creo que estaremos en la OTAN cuando se estabilice la situación de seguridad y eso significa que cuando termine la guerra Ucrania será invitada definitivamente a la OTAN y nos convertiremos definitivamente en una nación miembro de la alianza. Hoy no he oído ninguna otra opinión”.
Pese a las declaraciones de Zelenski, la OTAN no logró lo que más deseaba el líder ucraniano: una declaración en la que se estableciera un camino claro y con fechas concretas para el ingreso de Ucrania en la organización militar.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.