Mi relato
EL POTAJITO DE VERDURAS
ha sido publicado en la Revista Literaria Aguaviva.
Aquí se pueden descargar el PDF de la revista
REVISTA LITERARIA AGUAVIVA
Y, próximamente, será editado en formato fanzine.
Christina Rosenvinge forma parte de mi memoria, eso es indudable. Fue de las primeras mujeres rockeras que hubo en España. Rompíamos moldes y estereotipos en aquella España postfranquista. Siempre he admirado a la gente que da un paso adelante y, ella, en aquella época salió de su zona de confort con “Ella y los Neumáticos” a los 15 años. Con el tiempo, se alió con el ex-Zombie Alex de la Nuez y formaron Alex y Christina, que la catapultó al estrellato y con el honor de ser autora de una de las canciones más icónicas de esa etapa del rock femenino que empezaba a llenar las listas de éxitos: “¡Chas! Y aparezco a tu lado”.
Esta semana hemos podido contar con ella el primer día del LPA BEER & MUSIC FESTIVAL de Las Palmas de Gran Canaria. Agradezco a la organización la oportunidad que me ha dado de poder entrevistar a alguien que ha formado parte de la música de mi cabeza, sobre todo, de la época de Christina y los Subterráneos.
Christina, somos del mismo año. Hemos vivido, básicamente, las mismas vicisitudes. ¿Qué crees que ha cambiado desde Christina y los Neumáticos o los Subterráneos, la Christina que hemos visto esta noche?
Bueno, en la esencia no he cambiado nada realmente. Yo sigo haciendo lo mismo. La diferencia está en que yo empecé, después de Alex y Cristina donde era letrista, y en Christina y los Subterráneos empecé a escribir la música también. Luego empecé a producir, y empecé a hacer cosas distintas. Empecé también a grabar y a utilizar los programas de ordenador. Como que he ido adquiriendo herramientas, pero en realidad sigo haciendo lo mismo que siempre, que es buscar una buena melodía, buscar una buena letra que trascienda y que llegue y que traspase a la gente.
Yo tuve oportunidad de dirigir un musical sobre la Movida Madrileña, ¿Qué crees tú que todavía queda de todo eso que se generó, hoy en día?
En realidad, el mayor mérito la Movida Madrileña fue que se empezó a crear el tejido de música popular en el que ya, ahora, se desarrolla todo. Antes de la Movida, lo que se había creado bajo Franco estaba tan controlado por la censura que no había una herramienta ni una de una industria musical. Yo creo que, de alguna manera, si la Movida hizo algo fue establecer la música como una forma de expresión más y que no fuera algo ni tan anecdótico ni marginal.
Y ahora vienes aquí con la gira 30 años, que se dice pronto ¿Qué crees que has aprendido durante estos 30 años?
Bueno, lo que ha aprendido, sobre todo, es a ser capaz de hacer lo que hago, que es tocar las canciones a pesar de todo los impedimentos. Porque en los conciertos pasa de todo, en las giras pasa de todo. Esta es una vida muy complicada y conseguir llegar al escenario y tocar como si nada, parece fácil, pero es complicadísimo.
Y una pregunta personal ¿Qué te gusta, a ti, hacer, cuando estás en tu casa?
Paso tiempo cocinando, me gusta mucho cocinar. Paso mucho tiempo con amigos y paso mucho tiempo fuera de casa caminando y yendo en bici.
También has publicado un libro, se llama “Debut. Cuadernos y Canciones”.
Estoy haciendo música para el cine, también.
¿Tú te sientes más cómoda o para quién has escrito tú las letras? ¿Son más de Christina o has cantado las vidas de otros?
He hecho las dos cosas. Partiendo de mi propia experiencia, siempre intento aludir a experiencias universales. Creo que para que una buena canción trascienda, tiene que crearse esa corriente empatía. Tienes que encontrar las palabras que digan lo que la gente siente que ellos no han sabido encontrar. Cuando cuentas esos versos es realmente donde conectas.
Pues un saludo de admiración. Hoy me voy contento para casa tras descubrir que, si a Cristina Rosenvinge la he llevado 30 años en mi memoria, hoy me la llevo en el corazón por esa transmisión de sabiduría y la elegancia con la que lo hace. Pero, por supuesto, por el trato amable que, a través de mí, quiere dedicar a todos sus fans.
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EL POTAJITO DE VERDURAS
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Y, próximamente, será editado en formato fanzine.
El municipio advierte la existencia de ‘colectivos’ que trasladan pasajeros y bicicletas hasta la cima del morro. La ATU afirma que no cuentan con autorización para realizar el servicio de transporte ni tienen las condiciones adecuadas. El Comercio verificó que algunas combis arrastran papeletas y sus choferes han sido multados. Los ciclistas, por su parte, piden que se escuche su postura para encontrar una solución.
Más que un mirador natural con vistas privilegiadas de la costa del Pacífico, el Morro Solar de Chorrillos es un espacio emblemático declarado zona histórica intangible e integrante del Patrimonio Cultural de la Nación desde 1986. También es uno de los destinos favoritos para la práctica del ciclismo de montaña y downhill. Hoy, sin embargo, es escenario de una controversia entre la municipalidad distrital y un grupo de deportistas, debido al ingreso de combis que ofrecen subir bicicletas y ciclistas hasta la cima del morro.
De acuerdo a la Municipalidad de Chorrillos, estas combis operan como colectivos informales, cobrando entre S/7 y S/8 por viaje, sin tener permiso alguno de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU). Además, se ha alertado que circulan sin SOAT para pasajeros, sin revisión técnica vigente, y transportan hasta 12 personas con bicicletas en el interior.
El municipio recuerda que, según la Ordenanza Municipal N.º 332‑2018, la vía que sube al Morro Solar solo puede ser utilizada por vehículos autorizados con fines de mantenimiento. Ingresar sin autorización constituye una infracción grave que puede ser sancionada con una multa de S/5,350 y la retención del vehículo.
Durante recientes intervenciones, la ATU y la Policía Nacional calificaron este tipo de traslado como un servicio informal y fuera de la normativa vigente. Según verificó El Comercio, algunas de las combis involucradas —como las de placas AUL‑338 y W2K‑065— tienen multas previas por circular en sentido contrario, no pasar la revisión técnica o brindar transporte sin autorización. Incluso figuran papeletas impagas.
En medio de la polémica, los ciclistas han salido a defender su práctica. Jean Pierre Guzmán, deportista con 40 años de experiencia, explicó que no todos los aficionados tienen vehículo propio y que subir pedaleando es físicamente inviable para muchos. Por ello, pidió que las autoridades habiliten un sistema formal, regulado y seguro para acceder al punto de partida de las rutas de descenso.
“Después de la pandemia, este deporte ha ayudado mucho a la salud mental. No queremos conflictos, solo soluciones”, afirmó.
📝 Con información de El Comercio.
📍 Redacción Limaaldia.pe
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