Los misteriosos tocapus incas, esas figuras geométricas que aparecen encerradas en pequeños cuadros sobre las superficie de las túnicas que vestían los incas y de la textilería del Tahuantinsuyo, han sido por fin decodificados por la antropóloga estadounidense Gail Silverman, quien presenta por primera vez sus hallazgos en su libro “Quillca. La Escritura de los Incas”.
La presentación del libro, editado por Juan Gutemberg Editores, tendrá lugar el jueves 08 de junio, a las 7.00 horas p.m., en el auditorio del Museo Textil Precolombino Amano, en la calle El Retiro 160 (cd. 15 Av. Angamos Oeste), Miraflores, donde la investigadora explicará los detalles de sus importantes hallazgos.
Silverman ha llegado a decodificar 17 tocapus, y confirmar que las figuras geométricas de los tocapus son la escritura de la lengua quechua, en el marco de una tarea de envergadura colosal de 50 años de investigación en el Perú, de los cuáles 28 los pasó residiendo en el Cusco y 14 en las pueblos quechuas que mantienen vivas las tradiciones del Tahuantinsuyo.
INDENTIFICACIÓN Y SIGNIFICADO
En ese lapso, la antropóloga estableció su residencia en la comunidad q’ero (Paucartambo, Cusco), desde la cual se desplazó y convivió con los habitantes de los pueblos quechuas de Chinchero, Paucartambo, Markapata, Cotabambas, Pisac, Calca, Pitumarka, Huancarani, Kauri y alturas de Lares y Ampares. En todos estos recónditos pueblos quechuas recogió la identificación y significado de los motivos incas o Tocapus.
La investigadora, conforme lo sostiene en su libro, llegó a la decodificación de un grupo de tocapus desde la lengua quechua, la que tuvo que aprender luego de estudiarlo por espacio de 5 años en la Universidad de París VIII con el profesor quechuólogo peruano, Abdon Yaranga Valderrama; y también desde el idioma chino mandarín, que lo aprendió en la misma universidad.
En una emotiva ceremonia realizada en el Museo Nacional Afroperuano del Congreso de la República, el alcalde distrital de San Antonio de Cañete, Juan Edgar Malásquez Jara, anunció el programa oficial de actividades por el 119º aniversario patronal de San Antonio, festividad que se llevará a cabo del 31 de mayo al 14 de junio.
Durante su intervención, el alcalde Malásquez, destacó el valor histórico, religioso y cultural de esta festividad, que representa la mayor celebración del distrito y precede incluso a su creación política como distrito. Además, subrayó el papel articulador del gobierno local en la promoción del turismo, las tradiciones y la fe del pueblo sanantoniano. El programa de actividades incluye misas diarias, procesiones, ferias gastronómicas, presentaciones de danzas típicas, actividades culturales, así como el vigésimo Concurso Nacional de Marinera Norteña el 8 de junio y el tradicional concurso de faroles escolares el 9 de junio. Todo esto en un entorno de profunda espiritualidad y confraternidad comunitaria.
La festividad contará también con la participación de distritos vecinos, cuyos alcaldes llegarán acompañados de las imágenes de sus santos patrones, reforzando la hermandad entre los pueblos del valle.
En tal sentido, se resaltó la riqueza gastronómica de San Antonio, donde la tradición y el sabor se funden en platos emblemáticos como el picante sanantoniano, la sopa bruta con carapulca, el arroz con pato y postres típicos como la chapana. Todo ello acompañado por bebidas tradicionales como la chicha de maní y la refrescante mochila de jora, elaboradas por cocineras y cocineros que mantienen viva la herencia culinaria del distrito. “San Antonio abre sus puertas y extiende una cálida invitación al público a ser parte de esta celebración que honra la historia, exalta la cultura y deleita los sentidos con lo mejor de su identidad, enfatizó la autoridad edil.
Por otro lado, al ser consultado sobre la reubicación de centro penitenciario juvenil ‘Maranguita’, el burgomaestre reiteró su firme oposición a dicho traslado a San Antonio, argumentando el impacto negativo que ello tendría sobre el desarrollo turístico, la seguridad y la identidad del distrito.
El cantante de cumbia Tony Rosado, más conocido como El Ruiseñor de la Cumbia, dará inicio a su gira por Estados Unidos que lleva el nombre de “Yo me llamo cumbia” que lo llevará por los estados de New Jersey, New York, Washington D.C., California, Maryland, Utah y Colorado.
Este recorrido representa no solo un reencuentro con su público migrante, sino también la internacionalización de un género que refleja las emociones, costumbres y tensiones sociales del Perú contemporáneo. Rosado no solo canta cumbia, la encarna como símbolo vivo de la peruanidad. El intérprete de “Ya la olvidé” es mucho más que una voz emblemática: es un ícono cultural que ha marcado generaciones en el Perú.
Tony Rosado natural de Piura forjó su carrera desde los años 70 junto a Armonía 10, participando en momentos históricos del género. Con su estilo inconfundible el artista ha sido una figura clave en la consolidación de la cumbia.