¿El sudor excesivo en determinadas partes del cuerpo te causa vergüenza o contratiempos durante tu vida social o laboral? Conoce en esta nota las causas y cuáles son los tratamientos que existen para poder revertir esta anomalía.

Giuliana Nieto, dermatóloga de EsSalud, explicó que el exceso de sudoración, conocida como hiperhidrosis, ocurre porque las glándulas sudoríparas que tenemos en el cuerpo se activan, por ejemplo, cuando estamos muy nerviosos o ansiosos.

“Hay un músculo que permite su contracción (de las glándulas sudoríparas) y a este músculo les llegan terminaciones nerviosas del sistema linfático, y este sistema linfático es el que se activa cuando estamos, por ejemplo, muy nerviosos, muy ansiosos”, precisó en declaraciones a la agencia Andina.

¿Qué tipos de hiperhidrosis existen?

Nieto dijo que existen dos tipos de hiperhidrosis. La primera es la que afecta a las personas que sufren tensión nerviosa, temor o angustia, las cuales activan el sistema linfático.

Mientras tanto, la hiperhidrosis secundaria se activa por alguna enfermedad como, por ejemplo, el hipertiroidismo, como también por termas de depresión que obliga a estas personas a tomar medicamentos, como la amitriptilina, que puede producir exceso de sudoración.

¿Qué grados de hiperhidrosis existen y cómo se tratan?

La especialista indicó que son tres los grados de sudoración que atacan a las personas: leve, moderada y severa.

Sostuvo que las zonas del cuerpo que más sudan son las axilas, las palmas de las manos, la planta de los pies, la espalda y, en algunos casos, la cara.

En esa línea, señaló que los casos más severos son aquellos cuando el paciente que sufre de hiperhidrosis moja el papel donde está escribiendo o cuando mojan la ropa en la zona de las axilas sin haber hecho ejercicios.

Dependiendo del grado de sudoración, el especialista debe aplicar el tratamiento más indicado, empezando con los productos tópicos que contengan aluminio y que ayudan a disminuir la sudoración.

“Ahora han salido muy buenos productos que se pueden aplicar y eliminan la sudoración hasta por 72 horas. Vienen en presentación como roll on para xilas y loción para plantas y palmas o espalda”, destacó.

Agregó que, generalmente, estos productos se aplican dos o tres veces por semana, y que vienen en diferentes presentaciones, para combatir la sudoración leve, moderada y severa, dependiendo de la concentración de aluminio.

Si a pesar de esto persiste la sudoración, la especialista dijo que el segundo paso es la aplicación de toxina botulínica que paraliza el músculo que produce la contracción de la glándula sudorípara, generando que el paciente deje de sudar.

“Lo hace el médico, el dermatólogo. (La toxina botulínica o bótox) se aplica directamente en la zona donde se está produciendo la hiperhidrosis o la sudoración excesiva. La toxina paraliza el músculo que es la que ayuda a contraer la glándula sudorípara y por ende el paciente no va a sudar”. Anotó.

Nieto manifestó que el efecto de este tratamiento dura de 8 meses a un año, y que en generalmente al paciente le va bastante bien.

Finalmente existe el tercer tipo de tratamiento que está dirigido a aquellos pacientes que siguen sufriendo de sudoración excesiva o hiperhidrosis recalcitrantes, pese a haberse aplicado productos tópicos o haber sido sometidos a la toxina botulínica.

“Esa es la cirugía. Lo hace el cirujano cardiovascular, porque es cortar la rama del nervio linfático que va hacia esas zonas para evitar que estimule la contracción del músculo y, por ende, se produzca el exceso de sudoración”, aseveró.

Advirtió, sin embargo, que este tipo de cirugías pueden generar que se deje de sudar en el área intervenida, pero se manifiesta la hiperhidrosis en otra parte del cuerpo.

Dijo que la hiperhidrosis se manifiesta generalmente en las estaciones más cálidas del año y ataca a todas las personas, independientemente de su edad o sexo.

Nieto recomendó a las personas que sufren de hiperhidrosis por estrés o ansiedad que realicen actividades que las relajen como ejercicios o escuchar música que les agrade.

“Si la sudoración es en las axilas tratar de usar ropa de algodón, no ropa muy apretada. Si (la sudoración) es en los pies evitar estar con los zapatos cerrados todo el tiempo. Si usan zapatos cerrados por temas de trabajo tener por lo menos dos pares de zapato para cambiarse porque eso también se puede acompañar con bromhidrosis, que es el exceso de sudoración más el mal olor”, explicó.

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