El Gobierno de Etiopía declaró el Estado de emergencia a nivel nacional tras los últimos avances de los rebeldes del Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF), sobre la vecina región de Amhara, aliada del ejecutivo.

El ministro de Justicia, Gedion Timoteos, informó que la medida entró en vigor desde ayer y con ella se busca “evitar que los ciudadanos sean atacados” por el TPLF en varias partes del país. Las autoridades de la capital etíope, Adís Abeba, han instado también a los ciudadanos a armarse y protegerse ante el avance de los rebeldes. “Se espera que los individuos con armas personales, armas legales, protejan sus barrios de forma organizada”, detallaron.

El grupo rebelde informó que ha logrado avanzar en la región Amhara, haciéndose con el control de Dessie y Kombolcha. El TPLF ya logró importantes avances en junio que le permitieron recuperar Mekelle y enquistarse en Afar, haciendo temer una propagación de guerra en el país.

El conflicto estalló el 4 de noviembre de 2020, cuando el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, lanzó una ofensiva contra el TPLF, en represalia por un ataque contra una base militar federal y después de una escalada de tensiones políticas.

En medio de la tensión, Estados Unidos anunció que retiró las ventajas comerciales a Etiopía y a una serie de países africanos por su situación política y en represalia por las violaciones de derechos humanos.