El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, “está intentando utilizar el invierno como arma de guerra” contra Ucrania, tras los recientes ataques sobre infraestructuras energéticas.
“Lo que vemos es que el presidente Putin está intentando destruir el sistema eléctrico, la infraestructura de gas y los servicios básicos para la población ucraniana y, al hacer eso cuando entramos en el invierno, demuestra que el presidente Putin está ahora intentando utilizar el invierno como un arma de guerra contra Ucrania y esto es horrible”, declaró en una rueda de prensa junto al presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, con quien se reunió en Bucarest.
Además, el secretario general justificó que “los aliados de la OTAN han aumentado su apoyo a Ucrania, también con sistemas adicionales de defensa aérea (…) que pueden abordar las amenazas que representan diferentes tipos de drones, pero también los misiles de crucero y balísticos”.
También enfatizó sobre la importancia de invertir en defensa, por estar afrontando “la mayor crisis de seguridad en una generación” y subrayó que la OTAN hará “lo que sea necesario para proteger y defender a todos los aliados”.
En ese sentido, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, recomendó a los ucranianos estar preparados para los estragos de los nuevos ataques rusos. “Entendemos que los terroristas (los militares rusos) están preparando nuevos ataques. Y mientras tengan misiles, lamentablemente no se detendrán”, indicó.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.