Mi relato
EL POTAJITO DE VERDURAS
ha sido publicado en la Revista Literaria Aguaviva.
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REVISTA LITERARIA AGUAVIVA
Y, próximamente, será editado en formato fanzine.
Entre enero y marzo de 2020, el 40% de la población peruana buscó atención médica y la manera más común de hacerla no fue en centros de salud ni clínicas, sino en farmacias, según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO).
Este dato es preocupante si tenemos en cuenta que según un informe del Ministerio de Salud, el primer nivel de atención sanitaria debería resolver entre el 80 y el 85% de las necesidades de salud más frecuentes.
La salud es una cuestión de vida y muerte. Mucho más en un contexto de pandemia, donde los síntomas de un resfriado podrían transformarse en el inicio de una enfermedad transmisible compleja. Para la Organización Mundial de Salud hay cuatro acciones clave para el acceso a la salud universal: planificación estratégica; acceso a medicamentos; recursos humanos; y financiamiento.
Si pensáramos qué tuvo en común la revolución que atravesaron diferentes sectores -comercio, logística, entretenimiento, economía, entre otros- en el último tiempo, la respuesta indudablemente sería el uso de la tecnología. La siguiente pregunta podría ser: ¿cómo la incorporamos en los sistemas de salud de los países?
El primer paso es la modernización en el manejo de la información. Hace unos años, Perú recibió una inversión de 250 millones de dólares del BID para optimizar la integración de las redes de salud. Si bien esto incluye diferentes aspectos, la administración de enormes cantidades de datos con la nube permite una mejor gestión para diagnósticos, recetas o predicciones de tratamientos.
Las plataformas de minería de procesos con inteligencia artificial, aprendizaje automático y análisis de datos permiten tomar millones de fichas médicas y usarlas como base para la toma de decisiones. Los diagnósticos anteriores permitirán un mayor conocimiento antes de iniciar un tratamiento: ¿cuál ha sido la reacción mayoritaria a tal medicamento?, ¿en qué época del año las guardias médicas tienen mayor demanda?
Un ejemplo del correcto uso de la información por parte del actual Minsa podría ser la detección del aumento del 12% en la depresión durante 2021. Con más de 313 mil casos se puede comprender que la pandemia ha generado estragos y obliga a tomar cartas en el asunto en la salud mental, una epidemia silenciosa de la cual la OMS viene advirtiendo desde hace algunos años. Con la estadística, la problemática ya no es tan invisible.
Si anteriormente mencionamos el acceso a los medicamentos como una indicación clave para el acceso universal de la salud, los datos aportan trazabilidad en su gestión logística para alcanzar principalmente a las zonas rurales. Para lograr mayor eficiencia se requiere información previa a adquirir, distribuir y administrar los inventarios.
Según el Global Digital Health Index, uno de los déficits que tiene el sistema peruano es la integración de la tecnología con los profesionales en servicio. Es decir, la fuerza laboral requiere capacitación para incorporar nuevas herramientas. El reporte del país reconoce los esfuerzos por el cambio en la atención primaria y afirma que la tecnología será fundamental para recolectar la información del paciente una sola vez y de forma más rápida.
La tecnología también puede aportar otras soluciones, como la optimización para obtener información en tiempo real; bots en los portales de salud para preguntas frecuentes; y telemedicina para consultas de diagnóstico leve o seguimiento de personas que viven lejos de un establecimiento médico.
Como ya ha sucedido con otros sectores, el desarrollo de nuevas tecnologías permite que las organizaciones sigan invirtiendo en productos y servicios innovadores. La mayor adopción brindará soluciones para la salud, una cuestión de vida o muerte.
Por Kefreen Batista, Business Hacker Director de Globant
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Y, próximamente, será editado en formato fanzine.
El municipio advierte la existencia de ‘colectivos’ que trasladan pasajeros y bicicletas hasta la cima del morro. La ATU afirma que no cuentan con autorización para realizar el servicio de transporte ni tienen las condiciones adecuadas. El Comercio verificó que algunas combis arrastran papeletas y sus choferes han sido multados. Los ciclistas, por su parte, piden que se escuche su postura para encontrar una solución.
Más que un mirador natural con vistas privilegiadas de la costa del Pacífico, el Morro Solar de Chorrillos es un espacio emblemático declarado zona histórica intangible e integrante del Patrimonio Cultural de la Nación desde 1986. También es uno de los destinos favoritos para la práctica del ciclismo de montaña y downhill. Hoy, sin embargo, es escenario de una controversia entre la municipalidad distrital y un grupo de deportistas, debido al ingreso de combis que ofrecen subir bicicletas y ciclistas hasta la cima del morro.
De acuerdo a la Municipalidad de Chorrillos, estas combis operan como colectivos informales, cobrando entre S/7 y S/8 por viaje, sin tener permiso alguno de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU). Además, se ha alertado que circulan sin SOAT para pasajeros, sin revisión técnica vigente, y transportan hasta 12 personas con bicicletas en el interior.
El municipio recuerda que, según la Ordenanza Municipal N.º 332‑2018, la vía que sube al Morro Solar solo puede ser utilizada por vehículos autorizados con fines de mantenimiento. Ingresar sin autorización constituye una infracción grave que puede ser sancionada con una multa de S/5,350 y la retención del vehículo.
Durante recientes intervenciones, la ATU y la Policía Nacional calificaron este tipo de traslado como un servicio informal y fuera de la normativa vigente. Según verificó El Comercio, algunas de las combis involucradas —como las de placas AUL‑338 y W2K‑065— tienen multas previas por circular en sentido contrario, no pasar la revisión técnica o brindar transporte sin autorización. Incluso figuran papeletas impagas.
En medio de la polémica, los ciclistas han salido a defender su práctica. Jean Pierre Guzmán, deportista con 40 años de experiencia, explicó que no todos los aficionados tienen vehículo propio y que subir pedaleando es físicamente inviable para muchos. Por ello, pidió que las autoridades habiliten un sistema formal, regulado y seguro para acceder al punto de partida de las rutas de descenso.
“Después de la pandemia, este deporte ha ayudado mucho a la salud mental. No queremos conflictos, solo soluciones”, afirmó.
📝 Con información de El Comercio.
📍 Redacción Limaaldia.pe
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