“Debiéramos poder financiar la recuperación del patrimonio con el creciente interés del sector inmobiliario en desarrollar proyectos más atractivos”.
Las ciudades son cultura viva porque las transformamos y adaptamos continuamente para que sean más funcionales a nuestras necesidades; en ese proceso, preservamos ciertos espacios y edificaciones con valor histórico y simbólico para las generaciones futuras. En el Perú, es el Ministerio de Cultura (MINCUL) la entidad responsable de velar por nuestro patrimonio, asumiendo una labor sumamente compleja, pues implica identificar las diferentes manifestaciones culturales (materiales e inmateriales) y garantizar su adecuada preservación.
Por otro lado, si bien todos los bienes prehispánicos son propiedad del Estado (Ley 28296), gran parte del patrimonio edificado posterior a dicho período es de propiedad privada, por lo que corresponde a sus propietarios tomar acción sobre su preservación y mantenimiento. Esta no es una acción sencilla, pues el costo de restaurar un edificio histórico es mucho mayor que una obra convencional, y los tiempos de gestión de las licencias suelen ser mucho más largos y complejos. Todo ello se carga sobre los hombros de los propietarios quienes, además, no tienen mayor compensación que ciertas bonificaciones impositivas. Asimismo, debemos sumar los problemas de titularidad de muchos de los inmuebles históricos, lo que dificulta aún más cualquier tipo de actuación. El resultado de esta situación es el que vemos en las diferentes ciudades del país, donde la mayor parte del patrimonio virreinal y republicano se encuentra en condiciones precarias, y en riesgo de colapso.
Pareciera que el destino del patrimonio urbano estuviera escrito, pero la realidad es que en diversos países se ha podido superar esta situación combinando facilidades para el saneamiento de los inmuebles con un instrumento denominado Derechos Adicionales de Edificación Transferible (DAET). Este consiste en reconocer y facultar la venta del potencial constructivo que no se estaría pudiendo aprovechar por la condición patrimonial impuesta, para ser aplicado en otros predios por encima de los parámetros vigentes, hasta un máximo previamente determinado. Encontramos muy buenos ejemplos de esto en ciudades como Nueva York, Chicago, Ciudad de México y Sao Paulo.
En el Perú, se utilizó por primera vez y con éxito en el distrito de Miraflores, donde mediante el Programa de Conservación de Casonas (2012) se consiguió recuperar la totalidad de las edificaciones inscritas. A partir de esta experiencia, el MINCUL, creó el programa piloto Altura para la Cultura (2017) para las ciudades de Trujillo, Arequipa e Iquitos. En el 2021, la Municipalidad de Lima publicó la Ordenanza 2384, que promueve su aplicación en el Centro Histórico de Lima en el marco del Plan Maestro, y en el 2022 se publicó el reglamento. A la fecha no se ha conseguido implementar. En paralelo, nuestras municipalidades incrementan de manera gratuita los metros cuadrados que se podrían construir en los predios mediante los cambios y reajustes de zonificación, generando ganancias extraordinarias a los propietarios sin ninguna contraprestación a la ciudad. ¿No sería más inteligente conectar ambos mecanismos?
En el marco de la planificación urbana, debiéramos poder financiar la recuperación del patrimonio con el creciente interés del sector inmobiliario en desarrollar proyectos más atractivos que busquen atender la demanda de vivienda social, orientando las inversiones hacia zonas con usos obsoletos y un gran potencial de desarrollo. En el caso de Lima, estas zonas han sido identificadas en el Plan de Desarrollo Metropolitano al 2040 como áreas para planes específicos. Dichos espacios son principalmente zonas industriales y grandes predios rústicos que han quedado en medio de la ciudad, y que hoy necesitan de una reglamentación especial que habilite un mejor y mayor aprovechamiento con la incorporación de vías, parques y equipamientos. En paralelo, el MINCUL, ha presentado una propuesta de modificación del reglamento de la Ley General de Patrimonio que busca agilizar los procesos técnicos asociados a los proyectos sin descuidar su protección, demostrando que hay un importante cambio de visión en el sector.
Esta es la oportunidad de reescribir el destino de nuestro patrimonio, utilizando las normas, los planes y la experiencia para convertir nuestras ciudades en verdaderas “potencias” del urbanismo mundial.
La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Fanny Montellanos, expresó su plena confianza en que el Congreso de la República otorgará el voto de confianza al gabinete liderado por Eduardo Arana.
Sus declaraciones se dieron tras presidir el taller “Adaptación de Intervenciones basadas en evidencia”, organizado por el MIMP, como parte del fortalecimiento institucional del sector.“Estamos seguros de que nos van a dar el voto de confianza. Este es un gabinete que promueve el diálogo con resultados. Es un gabinete muy cohesionado, que busca la unidad y también la articulación”, afirmó la ministra Montellanos, tras referirse a las reuniones sostenidas por la presidenta Dina Boluarte y el jefe del Consejo de Ministros con diversas bancadas parlamentarias.
Durante el evento, la titular del MIMP remarcó que su gestión se rige por dos ejes transversales fundamentales: la articulación y el uso de evidencia para el diseño de políticas públicas. “Contamos con un convenio que nos permite aterrizar nuestras políticas y buscar no solamente más ciencia, sino más evidencia para transformar historias y vidas.
Ese es nuestro principal objetivo”, enfatizó.El taller, que forma parte de la implementación de la metodología IPV – Marco ADAPT+, busca fortalecer capacidades técnicas dentro del ministerio, promoviendo la adaptación de intervenciones basadas en evidencia científica.
Montellanos hizo un llamado al personal del MIMP a participar activamente en estos espacios de capacitación, que consolidan el enfoque técnico del sector.
Con el firme compromiso de seguir promoviendo la participación activa de la mujer en la vida política y democrática del país, la Oficina de Participación Ciudadana del Congreso de la República, bajo la dirección de la Dra. Milagros Salazar, organiza el Plenario Regional de Lima Metropolitana del Parlamento Mujer 2025, que se llevará a cabo los días 24 y 25 de abril en el Auditorio José Faustino Sánchez Carrión del Palacio Legislativo.
Durante dos jornadas, decenas de mujeres representantes de diversos distritos de Lima asumirán simbólicamente el rol de congresistas, debatiendo, proponiendo y aprobando iniciativas legislativas en un ejercicio democrático que fortalece su liderazgo y su presencia en el espacio público.
Esta experiencia única no solo visibiliza el potencial transformador de las mujeres, sino que también reafirma el compromiso del Congreso con la construcción de una ciudadanía activa, inclusiva y comprometida con el futuro del país.
“Con este programa, el Congreso abre sus puertas a las voces femeninas que, desde sus comunidades, lideran cambios reales y proponen soluciones concretas”, destacó la Oficina de Participación Ciudadana.
El evento incluirá espacios de formación, diálogo directo y reflexión colectiva, con el objetivo de inspirar a más mujeres a involucrarse activamente en los asuntos públicos.