Tras la masacre ocurrida en la ciudad de Bucha, en Kiev, donde cientos de civiles fueron hallados muertos, muchos de ellos con signos de tortura tras la salida de las tropas rusas, Ucrania confirmó que retomar negociaciones con el Gobierno ruso para poner un alto al fuego será un “desafío”.
“Todos nosotros, incluyéndome a mí mismo, percibimos la posibilidad de (esas) negociaciones como un desafío. Cuando asumes (la tragedia en Bucha), tienes que hacerlo, creo que no tenemos otra opción (que pausar las negociaciones)”, sostuvo el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky.
Ucrania acusa a Rusia de crímenes de guerra en relación a esta matanza de cientos de civiles en Bucha y ha pedido a instituciones internacionales que las investigue, algo que Moscú ha negado rotundamente.
Por tal motivo, el presidente ucraniano sostiene que a la hora de abordar las negociaciones con Moscú “habrá otro desafío dentro del propio Estado, porque todos entienden que lo que hicieron (los rusos) es imperdonable”.
El mandatario también pidió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se aceleren las investigaciones sobre estos sucesos ocurridos en Bucha y en otras ciudades del país desde que fue invadido por Rusia el pasado 24 de febrero.
“No es rentable que Europa alargue este proceso, porque ven que hay pruebas más que suficientes y, lamentablemente, las pruebas aparecerán solas”, precisó Zelensky.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.