EL PERÚ ES un país muy vulnerable ante los sismos debido a que sus costas se encuentran situadas dentro del Cinturón del Fuego del Pacífico, una región de constantes movimientos telúricos por las colisiones de las placas de Nasca con la Sudamericana. El Instituto Geofísico del Perú (IGP) calcula que se producen entre 500 y 600 sismos cada año.
Ante esta realidad, la ciencia nos ayuda a reconocer las localidades más expuestas ante los terremotos para lidiar con las eventuales consecuencias.
Si tomamos las medidas de prevención frente a estos fenómenos naturales, no hay duda de que reduciremos las posibilidades de enfrentar un desastre.
En gran medida, un sismo no debe convertirse en un desastre si ponemos en práctica una cultura de la prevención para evitar las lamentables pérdidas de vidas.
La ciencia aún no puede predecir con certeza la ocurrencia de un movimiento telúrico, pero sí puede detectar las ondas del movimiento telúrico y brindar aviso a la población antes de que causen daños.
Si las ondas de radio viajan a 300 kilómetros por segundo, las ondas sísmicas lo hacen a 6 kilómetros por segundo. Esta diferencia brinda segundos vitales que, en algunos casos, podría significar la diferencia entre la vida y la muerte.
El Sistema de Alerta Sísmica Peruano (SASPe) comenzó a operar en nuestro país el último miércoles en el Simulacro Familiar Multipeligro. En el parque Pedro Ruiz Gallo del distrito limeño de Lince se colocó la primera sirena electromagnética, que contó con la presencia del ministro de Defensa, Walter Ayala.
De esta manera, el Perú se coloca al lado de China, Japón y México, que ya cuentan con dicho sistema de alarma. Investigaciones desarrolladas en el gigante asiático demostraron la eficiencia de este mecanismo de aviso temprano. Con solo tres segundos de alerta acerca de la ocurrencia de un terremoto, se pudo reducir en un 14% el número de víctimas mortales. Con 10 segundos de aviso, la disminución de las muertes llegó a 40%.
El director del IGP, Hernando Tavera, brindó un ejemplo de lo que podría suceder en el Perú. El sismo de Mala (Cañete) del 23 de junio de magnitud 6 podría haber sido advertido de 6 a 10 segundos antes en Lima Metropolitana, tiempo suficiente para que la población se ponga a buen recaudo.
El SASPe y el IGP implementan 114 sirenas desde Tumbes hasta Tacna, en la costa peruana, donde se producen el 70% de los movimientos telúricos del país.
Además, este mecanismo también está conectado con el Sistema de Alerta Temprana de Emergencia (Sismate) para que el aviso se haga por los celulares sin costo alguno.
De esta manera, el Perú se coloca a la vanguardia de los sistemas de alerta sísmica, lo cual ayudará a enfrentar estos fenómenos naturales con el menor costo de vidas humanas y pérdidas materiales. (Andina).