PRODUCE presentó la política que transformará el sector pesquero nacional a través del ordenamiento, la innovación tecnológica y la mejora de la comercialización de productos hidrobiológicos
A través del Decreto Supremo N° 012-2025-PRODUCE, el Ministerio de la Producción oficializó la Política Nacional de Pesca al 2040, una hoja de ruta que fortalecerá la sostenibilidad de los recursos, modernizará la infraestructura pesquera, dinamizará la economía costera y amazónica y colocará más productos hidrobiológicos en la mesa de los peruanos. Es decir, este instrumento estratégico de largo plazo, busca transformar de manera integral la actividad pesquera, haciéndola más competitiva, sostenible e inclusiva.
PRODUCE lideró el proceso de formulación de esta política siguiendo los lineamientos del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN) y logrando el consenso en el Consejo de Coordinación Viceministerial. Este documento de gestión se convierte en la nueva guía para garantizar que la pesca no solo siga siendo un motor económico, sino también un factor importante de bienestar social y seguridad alimentaria.
Tres ejes para una pesca moderna y sostenible
La Política Nacional de Pesca al 2040 propone tres objetivos prioritarios:
1. Fortalecer el aprovechamiento sostenible de los recursos hidrobiológicos, mediante una gestión científica basada en evidencia, mejoras en vigilancia y control, trazabilidad de los productos, capacitación técnica de pescadores artesanales y fortalecimiento de la flota nacional fuera de las 200 millas.
2. Incrementar la producción pesquera, modernizando los Desembarcaderos Pesqueros Artesanales (DPAs), potenciando la infraestructura sanitaria, ampliando la cadena de frío y promoviendo la innovación tecnológica para mejorar la productividad en toda la cadena de valor.
3. Mejorar la comercialización de productos pesqueros en el mercado nacional e internacional, impulsando la capacitación de los pescadores en gestión comercial, logística de distribución y almacenamiento, lo que permitirá llevar más productos hidrobiológicos de calidad a todo el país, incluyendo distritos que hoy tienen acceso limitado.
“Esta política reconoce a la pesca como una actividad estratégica que conecta la economía, la alimentación y la vida de nuestras comunidades costeras. No estamos hablando solo de una actividad extractiva, estamos hablando de oportunidades para miles de peruanos”, destacó el viceministro de Pesca y Acuicultura, Jesús Barrientos.
Impacto económico y social
Con la implementación de esta política, el sector pesquero proyecta pasar de aportar 0.75 % a 1.29 % del PBI nacional y generar más de 440 mil empleos directos e indirectos. Además, se estima que dinamizará la economía con US$ 467 millones adicionales por año en divisas, beneficiando de manera directa a las comunidades costeras y amazónicas.
También se prioriza la modernización de los Desembarcaderos Pesqueros Artesanales (DPAs), con énfasis en la infraestructura sanitaria, lo que incrementará la confianza de los armadores y abrirá oportunidades para el desarrollo local. Se espera un aumento de hasta 60% en las operaciones de descarga, lo que permitirá mejorar el encadenamiento productivo en las zonas de pesca.
La estrategia impulsa la inversión en innovación tecnológica y sistemas de monitoreo, que permitirán elevar la productividad de los pescadores entre un 8% y 12%, mediante métodos de pesca más selectivos y de menor impacto ecológico.
“Con esta política, vamos a proteger nuestras cinco primeras millas, mejorar la infraestructura pesquera, impulsar la tecnología y dignificar el trabajo de nuestros pescadores. Es una política con visión de futuro y resultados concretos para quienes dependen del mar”, subrayó Barrientos.
Más productos pesqueros en la mesa de los peruanos
El tercer eje de la política está enfocado en potenciar la cadena de distribución y consumo interno. Mejoras en el almacenamiento, transporte y posicionamiento de los productos permitirán incrementar su valor percibido por el consumidor final.
Se estima que las ventas de productos como pescados frescos y conservas podrían crecer hasta en un 23% a nivel nacional, contribuyendo a la seguridad alimentaria y fomentando una cultura de consumo saludable, nutritiva y sostenible.
Con la implementación de esta política, el Perú se encamina a consolidar una pesca ordenada, moderna e inclusiva, que no solo contribuya al crecimiento económico, sino que garantice la conservación de sus recursos para las próximas generaciones.