Director de Videnza Instituto advierte que el Parlamento ha incrementado su presupuesto en casi 120 % en cinco años y que, sin controles efectivos, seguirá ampliando su gasto sin resultados visibles para la ciudadanía.

En los últimos años, el Estado ha manejado más recursos, pero los ciudadanos no ven mejoras. Así lo advirtió Luis Miguel Castilla, exministro de Economía y director ejecutivo de Videnza Instituto, quien recordó que el presupuesto nacional “se ha más que duplicado” en una década. Incluso, en seguridad —una de las preocupaciones más urgentes del país— el gasto pasó de cerca de S/5,000 millones a más de S/16,000 millones. “¿Dónde ha ido esa plata? Porque la inseguridad se ha desbocado”, cuestionó.

El economista sostuvo que, pese a los recursos récord, persisten obras públicas inconclusas y servicios deficientes. “Uno ve comisarías que no se han terminado, centros de formación paralizados. Esa plata no conduce necesariamente a mejorar los servicios básicos ni el bienestar de la gente”, señaló, y criticó que muchas decisiones presupuestales responden a intereses políticos antes que a prioridades nacionales.

Castilla dirigió su preocupación especialmente hacia el Congreso, una de las pocas instituciones que puede aprobar su propio gasto. En solo cinco años, el presupuesto parlamentario “ha crecido casi 120 %”, enfatizó. Incluso existió un intento por establecer un tope al autofinanciamiento legislativo, pero —subrayó— no prosperó.

Con miras a las elecciones de 2026 y el retorno a la bicameralidad, Castilla enfatizó la importancia de la nueva cámara alta en el orden fiscal del Estado. Recordó que el Senado tendrá la última palabra en la aprobación del presupuesto y decisiones clave de control. “Todo va a depender de qué tipo de senadores nos van a representar”, remarcó. Para el director de Videnza, la bicameralidad no garantiza por sí sola un mejor Congreso: el resultado dependerá de la capacidad de los elegidos para fiscalizar el gasto público, frenar excesos y recuperar la confianza ciudadana en las instituciones.

Fuente: RPP

Mientras Salud impulsa el promedio, carteras clave como Cultura, Energía y Minas, y Educación no alcanzan el promedio nacional.

Con el año fiscal por terminar, el avance del presupuesto público se ubicó en 66.7 %, según el reporte a finales de octubre de Consulta Amigable del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). El Gobierno ha logrado ejecutar el 68.4 % de su dinero, gracias al impulso del MEF y Salud. No obstante, Educación (60.8 %) y Transportes y Comunicaciones (63.3 %) marchan lento.

El escenario es más complejo para el Ministerio de Cultura, que figura con una de las ejecuciones más bajas (48.7 %), seguido por Energía y Minas (57.5 %). Este retraso pone en riesgo la culminación de proyectos de inversión y la calidad del servicio al ciudadano.

En este contexto, es indispensable que las autoridades aprovechen diciembre para corregir el rumbo y agilizar los pagos pendientes. Asimismo, es urgente que los fondos asignados se ejecuten eficazmente para cerrar brechas sociales, impulsando la economía y asegurando que el dinero llegue a su destino final: las obras y servicios para la población.

Fuente: InfoActiva