Ante la ola de COVID-19 desatada en Corea del Norte, país que durante dos años no reportó un solo caso pese a que el régimen de Kim Jong-un no aplicó vacunas, Rusia abordó la posibilidad de cooperar en la lucha contra la pandemia después que Pionyang informara de 56 fallecidos y más de un millón de contagios.

El viceministro de Exteriores de Rusia Igor Morgúlov se reunió con el embajador norcoreano en Moscú, Sin Hong-chul, de acuerdo con un breve comunicado de la diplomacia rusa. Durante el encuentro, los dos abordaron cuestiones de las relaciones bilaterales, “incluidas las perspectivas de cooperación ruso-norcoreana en la lucha contra la propagación de una nueva infección por coronavirus”, señaló Exteriores, que dio a conocer la preocupación del presidente Vladimir Putin por el tema.

Las cifras reales podrían ser mucho mayores que las oficiales, pues el régimen de Corea del Norte, país de 25 millones de habitantes, es conocido por su secretismo, mientras que la capacidad de diagnóstico del país asiático es limitada.

EJÉRCITO

Por su parte, las unidades médicas del ejército de Corea del Norte aceleraron la distribución de medicina para luchar contra el creciente brote de coronavirus, según informaron medios estatales. El líder  norcoreano, Kim Jongun,  ordenó un confinamiento nacional para tratar de contener la propagación del virus entre la población, que no ha sido vacunada, y movilizó al ejército ante lo que consideró una deficiente respuesta de las autoridades de salud.

Imágenes distribuidas por la agencia oficial KCNA muestran a cientos de soldados en uniforme de camuflaje desfilando por la capital,  Pyongyang, un panorama que no da desde que se inició la pandemia en China.