Lima.- A más de un año del inicio de una de las peores crisis sanitarias y económicas a consecuencia de la pandemia –agudizada por la situación política que derivó en una polarización entre los peruanos–, el sector público y privado deben trabajar de la mano a fin de recuperar la imagen de nuestro país en el exterior, señaló el director del Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de la Asociación de Exportadores CIEN-ADEX, Edgar Vásquez.

“El reto principal es reforzar la imagen internacional del Perú afectada por la crisis política y que interfirió en el normal desenvolvimiento de los negocios y las inversiones. Necesitamos aprovechar las oportunidades que se presentan en el escenario global para salir a flote”, comentó durante el foro ‘La diplomacia económica en el entorno global de la post-pandemia”, organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores (RR.EE.).

La economía mundial –prosiguió– se recupera de una forma más acelerada a lo previsto y se suman las grandes tendencias globales como el crecimiento demográfico, mayor demanda de alimentos, creación de nuevos productos, avances tecnológicos y el cambio climático; sin embargo, existen consensos respecto a que el crecimiento económico no es suficiente. El reto es impulsar el desarrollo de todos los peruanos y que accedan a las oportunidades existentes, especialmente los micros, pequeños y medianos empresarios.

“Perú debe insertarse globalmente a través de una alianza estratégica conjunta entre la diplomacia económica y la inteligencia empresarial, con la finalidad de enfrentar diversos retos en aspectos geopolíticos, cambio climático, desarrollo tecnológico, entre otros. Nuestra nación no puede seguir perdiendo espacios en la economía digital”, acotó.

Por otro lado, resaltó la necesidad de trabajar en el espacio nacional y en las relaciones estratégicas regionales y globales, comentó que instituciones como Mincetur, PromPerú o RR.EE. deben reconstruir sus relaciones con el sector privado y fortalecerlas nuevamente.

“En el sector privado hay un sentimiento de alejamiento con estas instituciones claves. Si bien no es algo profundo y generalizado, la idea es volver a construir esta relación, a la par de impulsar el fortalecimiento de estas entidades. Asimismo, esperamos que, con el próximo cambio de autoridades, los profesionales de nivel técnico tengan la oportunidad de continuar lo avanzado”, refirió.

A nivel regional, Vásquez confió en la recuperación del dinamismo de la Alianza del Pacífico, y la ratificación del acuerdo CPTPP, pues configurarían un antes y un después en la forma en la que las empresas peruanas se relacionan internacionalmente, aprovechando y encadenándose al mundo, especialmente al Asia Pacífico, la región más dinámica a escala global.

Por último –continuó–, Perú debe mejorar su influencia global en todos los sentidos, y parte de ello será buscar que más funcionarios peruanos formen parte de las organizaciones mundiales en puestos clave.

Internacionalización

El director del CIEN-ADEX mencionó también la importancia de la promoción y el fortalecimiento del comercio exterior y el turismo. Asimismo, la imperiosa necesidad de dar ese salto a la seguridad económica en términos internacionales, para lo cual es clave la presencia del Perú en el exterior, no solo a través de sus productos, sino también con la internacionalización de las empresas.

“Somos un país exportador de productos de calidad, pero no todas las empresas tienen presencia física en el exterior. La idea es que puedan expandirse a escala global a fin de aprovechar al máximo los beneficios del comercio, es decir, buscar la internacionalización”, apuntó.

En ese sentido –continuó–, es necesario el trabajo coordinado entre los ministerios pertinentes para salir de ese entrampamiento en el cual más del 50% de empresas dependen de un solo mercado, más del 50% de un solo producto y más del 80% de una sola región.

“Hay condiciones estructurales pendientes de mejorar en el tiempo con una visión a largo plazo. Los cuellos de botella internos a nivel de infraestructura, competitividad, trámites, digitalización o logística generan sobrecostos que bordean hasta el 50% del precio de producción”, concluyó.