En un acto de generosidad y amor al prójimo, una enfermera de la provincia limeña de Huaral les salvó la vida a cuatro personas al decidir donar sus órganos antes de morir. Se trata de Sonia Esther Morales Salas, cuyo gesto ha causado admiración en todo el norte chico.
La noble enfermera padecía de un aneurisma que había resquebrajado su salud y la condujo a un irreversible estado vegetativo. Ella trabaja en el Hospital San Juan Bautista de Huaral, pero cuando llegó la crisis se encontraba realizando el Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud (Serum) para su especialización en Chiclayo. Cuando Sonia Morales Salas ya había fallecido, su hijo Akexis Paulet hizo una transmisión por Facebook para informar el triste hecho.
Pero también destacó la decisión de su madre de donar sus órganos a otras personas graves que estaban en espera. Efectivamente, en Chiclayo las autoridades médicas constataron que en el anverso del DNI de la enfermera decía: “Donación de órganos SÍ”.
De inmediato, el personal de salud de esa ciudad se puso en acción para trasplantar los órganos de Sonia Morales Salas a cuatro pacientes que los necesitaban con urgencia para salvar sus vidas. Las operaciones fueron un éxito.
Una luchadora con vocación de servicio
Sonia Esther Morales Salas dedicó su vida al cuidado de las personas enfermas. Inició sus labores en 1999 como técnica en Enfermería en el puesto de salud Huascoy, del distrito de San Miguel de Acos, en la serranía de Huaral. Recibió su nombramiento en julio del 2011 en el departamento de Enfermería – Servicio de Consultorio Externos del hospital huaralino. Luego estudió Enfermería en la Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote, donde obtuvo el título profesional en el 2019. Fue una mujer luchadora y de una gran vocación de servicio.
