En medio del conflicto con Ucrania, Rusia advirtió sobre un “enorme” riesgo de que un enfrentamiento con armas convencionales entre potencias atómicas degenere en una guerra nuclear.
El ministro de asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, alertó que, en caso de una guerra con medios convencionales entre potencias nucleares, “el riesgo de que degenere en una guerra nuclear es enorme”. El régimen ruso indicó que por eso no sólo suscribe la inadmisibilidad de una guerra nuclear, sino también llama a impedir cualquier conflicto armado entre países que poseen esa clase de armamento.
Serguéi Lavrov recordó que los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Estados Unidos, Joe Biden, firmaron en junio de 2021 una declaración acerca de que no puede haber vencedores en una guerra nuclear, documento que más tarde cinco potencias nucleares suscribieron.
Sostuvo que Moscú observa con preocupación la retórica de Occidente, que acusa a Rusia de preparar provocaciones con el empleo de armas de destrucción masiva.
“Pero Occidente mismo, Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia hace todo por incrementar su participación prácticamente directa en la guerra que libran contra Rusia por medio de los ucranianos. Es una tendencia peligrosa”, enfatizó.
De otro lado, las sirenas antiaéreas volvieron a sonar ayer en Kiev y en otras regiones de Ucrania en previsión de nuevos ataques del Ejército ruso, según informaron medios locales.
El Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania había advertido horas antes de la amenaza inminente de ataques con misiles similares a las efectuadas por Rusia en días anteriores.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.