Por Iván Calderón

En el Día Mundial de la Concienciación del Autismo, la psicóloga del hospital Edgardo Rebagliati de EsSalud, Ysela Marcos, advirtió que una de las señales que podría alertar la presencia de esta condición es cuando el pequeño desvía la mirada y evita el contacto visual con las personas a su alrededor.

En el programa Salud y Bienestar de la agencia Andina, la especialista dijo que los padres de familia deben estar atentos al comportamiento de su hijo o hija desde el nacimiento, ya que la detección temprana, antes de los tres años, permitirá iniciar las terapias multidisciplinarias que ayudarán al mejor desenvolvimiento del menor en su entorno social y familiar.

Otras señales de alarma que no deben pasar desapercibidas, dijo, son cuando los niños no voltean al llamado de los padres, tienen la mirada fija en un solo punto o no pronuncian palabras a pesar de tener la edad para hacerlo, conforme su ciclo evolutivo.

“El niño o niña con esta condición tiende a no socializar, juega solo, no responde al llamado, no te mira. Estos pequeños parecen ser ciegos, aparentan ser sordos o mudos. Por tal razón, la detección temprana en la primera infancia es fundamental y los padres tienen que observar el comportamiento de sus hijos y si presentan alguna alteración”, precisó.

Marcos manifestó que el trastorno del espectro autista (TEA) es una alteración del neurodesarrollo y que tiene tres principales características como son la falta de socialización, la dificultad en la comunicación y los comportamientos restringidos o repetitivos.

“Los niños que tienen esta condición no van a socializar con sus pares, manifiestan dificultad en la comunicación; es decir tienen problemas verbales y no verbales, y tienen conductas restringidas como, por ejemplo, caminar de puntitas, seguir por el mismo camino o no aceptar cambios de rutina”.

Asimismo, agregó que algunos niños con TEA muestran hipersensibilidad al sonido, al ruido y otros son hiposensibles al dolor, lo que significa que tienen una alta tolerancia a los golpes o, en su defecto, buscan constantemente tocar a las personas o texturas, incluso cuando no es socialmente aceptable.

Sobre el origen del TEA, la experta señaló que, de acuerdo con las investigaciones médicas, no existe una causa que provoca esta condición pero sí hay factores genéticos asociados al medioambiente, edad o la presencia de un antecedente familiar.

De igual forma, recalcó que el autismo no es una enfermedad sino una condición y por lo general se presenta más en niños que en niñas.

Además, expresó “existen tres niveles, el primero son los llamados niños asperger que son más funcionales o independientes pero que son muy literales cuando les dan alguna orden; los segundos son un poco más dependientes y tienen dificultades para hablar y, los más severos son los niños totalmente dependientes a los cuales hay que conducirlos al baño y hasta darles de comer”.

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