Después de insistir en sus ataques contra Dina Boluarte, presidenta del Perú, el jefe de Estado de México, Andrés Manuel López Obrador, las emprendió ahora contra el mandatario de Estados Unidos (EE.UU.), Joe Biden, cuyo gobierno respaldó el rechazo a sus pretensiones de recortar la autonomía de los organismos electorales.
El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, afirmó que “está siguiendo muy de cerca los últimos acontecimientos” y apoyó la denominada “gran marcha por la democracia” que se realizó el último domingo con la concentración de más de 200,000 personas en el Zócalo del Distrito Federal.
“En todo el mundo hemos sido testigos de desafíos a la democracia que han puesto y están poniendo a prueba la fortaleza de las instituciones electorales y judiciales independientes”, sostuvo Price.
López Obrador les respondió a las autoridades norteamericanas y les pidió “no inmiscuirse en asuntos internos”, a la vez que señaló que los hombres de Biden deberían fijarse en la situación de Perú y acuso a su embajadora Lisa Kenna, de asesorar al “gobierno golpista de Dina Boluarte”.
“¿Qué le digo, con todo respeto, al señor (Anthony) Blinken y al Departamento de Estado? Hay más democracia actualmente en México que en los EE.UU. (…) Cuando hablo de que tenemos más democracia en México que ellos, es porque aquí gobierna el pueblo, allá gobierna la oligarquía”, arremetió López Obrador.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos logró una alianza con el estado de Nebraska para ampliar el espacio de detención para “extranjeros criminales” detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta es la tercera alianza estatal que ICE logra luego de las prisiones de “Alligator Alcatraz” en Miami y “Speedway Slammer” en Indiana y la nueva instalación será apodada como “Cornhusker”.
En la mayor ofensiva aérea desde el inicio de la guerra, en febrero del 2022, las fuerzas de Rusia lanzaron más de 500 misiles y drones contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 23 heridos y causando gran destrucción e incendios en zonas urbanas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que las explosiones provocaron incendios, daños materiales y la caída de fragmentos de proyectiles en múltiples zonas residenciales. Agregó que 15 de los heridos fueron hospitalizados y otros cinco reciben atención ambulatoria.
Según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (KMVA), al menos 13 puntos de los distritos de Solomyanskyi, Svyatoshynskyi, Darnytskyi, Dniprovskyi y Shevchenkivskyi resultaron afectados. Agregó que entre los heridos se encuentran hombres y mujeres de entre 25 y 57 años, con lesiones como politraumatismos, quemaduras y heridas cortantes.
El ataque comenzó hacia las 21:30 horas (local) del jueves, e incluyó el uso de drones Shahed y misiles balísticos. Las defensas aéreas ucranianas fueron activadas repetidamente durante la noche.
En el distrito de Solomyanskyi, se registraron incendios en techos de edificios y vehículos incendiados en patios residenciales. En Darnytskyi cayeron fragmentos de drones. Algunos restos fueron hallados cerca de instituciones educativas y viviendas.
Estos ataques se producen luego de informarse de una charla que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin. Ayer, el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo haber acordado con Trump fortalecer la defensa aérea ucraniana.