En América Latina, los juegos de azar en línea han experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, como consecuencia principalmente del aumento de la accesibilidad a Internet y del aumento de dispositivos móviles. Este auge de los juegos y apuestas online ha generado preocupaciones sobre los riesgos y trastornos asociados con el juego online. En respuesta a estas preocupaciones, varios países de la región han implementado políticas destinadas a abordar estos riesgos y promover la prevención de los trastornos relacionados con el juego.
Una de las principales estrategias adoptadas por muchos países latinoamericanos es la estricta regulación de la industria. Esto supone la implementación de leyes y normativas que establecen requisitos claros para los operadores de sitios web de apuestas en línea. Estos abordan la normativa para la obtención de licencia, un marco para la prevención del acceso de menores de edad a los sitios de juego, los ámbitos de promoción permitidos, guias de prevención de riesgos y desarrollo de programas específicos de detección y tratamiento de posibles trastornos derivados de estas prácticas.
Así, en Colombia, Coljuegos expide licencias que imponen una serie de requisitos a los operadores, incluida la implementación de medidas de seguridad para prevenir el acceso de menores de edad y la promoción de prácticas de juego responsable. Pero lo mas significativo en este caso, es que el organismo regulatorio ha establecido un sistema de monitoreo y control de los sitios de juego en línea para garantizar su compromiso con el cumplimiento de la normativa vigente.
En Argentina, la regulación de los juegos de azar en línea varía según la provincia, ya que cada una tiene su propia legislación en este sentido. Sin embargo, en general, se han implementado medidas para regular en primer lugar la publicidad de los juegos de azar en línea y para proteger a los consumidores, incluida la promoción de prácticas responsables de juego y la prohibición de la publicidad dirigida a menores de edad.
En Perú todos estos aspectos de regulación del juego en línea y la minimización y respuesta a sus consecuencias menos deseadas vienen determinados por la reciente Ley 331557 junto con las modificaciones introducidas por la Ley 31806 cuyo cometido es imponer un marco robusto y adecuado que dé la máxima seguridad y protección a los ususuarios de los juegos y apuestas a distancia.
Y es que en la mayoría de los países de América Latina los ciudadanos todavía no atisban los aspectos negativos de las apuestas online hasta que sus consecuencias no les afectan personalmente o a través de su círculo más cercano.
Precisamente por eso los organismos regulatorios buscan establecer límites y restricciones muy estrictos para la publicidad del juego y las apuestas deportivas, que no podrá presentarlos de ninguna manera como socialmente deseables o como fuentes de ingresos, y tampoco sugerir que ccontribuyen en el éxito personal. Las campañas publicitarias deberán incluir las pertinentes advertencias sobre los riesgos del juego compulsivo, y respetar horarios y medios adecuados.
A parte de la prevención que es fundamental para el éxito de estas regulaciones nacionales, muchos países de la región ya están abordadndo medidas que pretenden facilitar y asegurar tratamientos para ayudar a las personas que ya están experimentando problemas derivados del juego en línea. Estos programas suelen incluir servicios de asesoramiento, tratamiento y apoyo para los jugadores que lo necesiten, así como campañas de concienciación pública destinadas a educar a la población sobre los riesgos asociados con el juego compulsivo.
Aunque se han logrado avances significativos en los países de Latinoamérica que cuentan con legislación especifica en este ámbito, sigue siendo necesario un esfuerzo continuo por parte de los gobiernos, las organizaciones y la sociedad en su conjunto para concienciar y prevenir a los jugadores de los posibles riesgos asociados con el juego para que puedan disfrutar apostando online con seguridad y tranquilidad.