La canciller Angela Merkel visitó ayer las zonas afectadas por las inundaciones que han devastado el oeste de Alemania provocando la muerte de al menos 157 personas, según el último balance, además de cientos de desaparecidos y cuantiosos daños materiales.
Acudió al estado federado de Renania-Palatinado, que junto al de Renania del Norte-Westfalia, es el más afectado, para expresar su consternación por lo ocurrido y prometer ayudas a los damnificados y para la reconstrucción.
Anunció un plan de emergencia, cuya ejecución estará en manos de los Länder (estados federados) afectados, en cooperación con los municipios.